Pedir un deseo a una estrella fugaz, menuda tontería.
Anoche tumbada en el césped apoyé mi cabeza sobre mis manos, y alcé la vista al cielo.
Anoche había luna llena y su luz impedía ver bien las estrellas… Aun así tuve la suerte de ver 3 estrellas fugaces, y como un chiquillo lleno de ilusión (quizá más de esperanza) pedí un solo deseo, el mismo tres veces. Pensé, si pido siempre el mismo y lo deseo de verdad, quizá tenga más fuerza y se cumpla. Pero no es así, nunca lo ha sido.
Cerré los ojos y suspiré al tiempo en que una lágrima se me escapaba. Sí, es cierto, nunca volveré a ver una estrella tan bonita como la de aquel día en que tu cuerpo sobre el mío eclipsaba el firmamento, en que tu mirada se fundió con la mía y ese beso me llevó a tocar el cielo. Con un nudo en el pecho recuerdo que ese día mirándote a ti, vi la estrella más bonita del universo.
Sin embargo hoy me siento algo idiota por haber creído que un simple meteoro me podía conceder un deseo, darme lo que más quería. Hoy a plena luz del día entiendo que nada absolutamente nada, que no seas tú, puede llevarme a aquel momento… devolverme aquel nosotras... pero como una estrella fugaz, te alejas ante mis ojos.
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