jueves, 29 de noviembre de 2012
Sueños...
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien amigo.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una filosofía de vida. Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar...ahora simplemente duermo para soñar.
By Walt Disney.
Tú que eres más tú cuando estás conmigo, yo que me desnudo por dentro sólo contigo, formamos este NOSOTRAS tan nuestro, tan puro y tan especial que nos envuelve incluso cuando un puñado de kilómetros nos separa.
Tus manos me buscan, me agarran y sin darte cuenta me atrapan el alma. Tan suaves, tan cálidas, tan tuyas. Enlazadas con las mías, las miro, las acaricio y deseo seguir haciéndolo eternamente. Me sorprendo de repente imaginándonos así, miles de años después, llenas de recuerdos, con una vida entera a nuestras espaldas, juntas todavía a pesar de los estragos que a veces deja el tiempo.
Contigo, siempre contigo. Aquí y allí.
Queriéndote cada día un poquito más, más que nunca.
Eterna e inevitablemente tuya.
Ese sería mi imposible.
No hay yo que no te quiera hasta desear la muerte por asfixia entre tus brazos.
Desde que hiciste aquello parecido a sonreírme y te salieron fuegos artificiales por el cielo de la boca ya no me siento útil si no estoy contigo.
Y eso que estar contigo a veces es lo más parecido a estar sin mí. Pero me encanta.
Ojalá pudiera cicatrizarme en tu espalda y abrirme cada vez que me olvidaras, aunque no deseo que te doliese como me duelen a mí las lunas sin los eclipses de tus ojos.
Que te sueño, que te busco, que te pierdo.
Tal vez debería de hablarte, de contarte, de halagarte, pero contigo soy solo silencio.
SHHHHH cada vez más profundo... SHHHHH más eterno.
SSSSSSSSHHHHHHHHHHH
más nuestro.
jueves, 22 de noviembre de 2012
Porque el frío se llama "no estás" y cuando el verano aprieta eres capaz de soplarme en la nuca aire fresco.
Porque sabes que no tomo café y que estoy llena de cosquillas.
Porque cuando hay guerra siempre asientes con un pañuelo blanco y cuando me llamo rutina te cambias de colonia para que deje de ser invierno y eliges otras mil maneras diferentes de calentarme las manos.
Porque sabes a ternura por las mañanas y a pasión por la tarde.
Porque cuando me enfado te apunto con el dedo y dejas que todos los planetas se pongan en órbita y mueran 10 estrellas.
Porque te agarras a mi espalda cuando duermes y me siento cualquier cosa superior a este mundo, algo inmortal.
Porque hay algo de ingenuidad en tu mirada y de precocidad en tu sonrisa.
Porque en tu piel es sábado eternamente y tus manos tocan melodías en mis vértebras.
Porque nunca cantas en voz alta y te escondes detrás de las manos en un acto de timidez...
Porque todavía no eres capaz de mirarme a los ojos por vergüenza y me miras cuando finjo no mirarte, de la misma forma que me miraste un día.
Porque el "nunca" no existe en tu vocabulario y el "posible" siempre está a nuestro alcance.
Porque creo en esto, en ti y tengo fe.
Porque eres, estás y quieres.
Porque puedes, sabes y sientes.
Por eso amor, por eso.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Te planeo, te proyecto como se organiza un viaje unidireccional, con un plano lleno de cruces en todas las calles que de antemano he pisado contigo, en la realidad o en sueños (sin ser tú consciente hemos paseado con correa a mi hueco del estómago, a mi necesidad continua de huidas a cada oportunidad que tengo de advertirme más incapaz de huir de mí misma, rindiéndome de esta suerte a la certeza).
Te percibo como al ídolo que escribió mi mejor libro de cabecera, como aquel que hizo magia redibujando una sonrisa en mi cara.
Te agiganto como un cartel de una de esas casas aun sin construir, perfectas con niños corriendo y piscinas azules sin cloro.
Te exagero como se exagera un anuncio de parada de autobús con propaganda de detergentes que hacen magia a ropa sin estrenar.
Te acomodo entre dos ideas;
Te acoplo entre los pocos huecos que aún me quedan libres, en un pedazo de la imaginación que en otro tiempo presumió de desahogo espacial, donde la ventana siempre está abierta para que no dejes de arrojar piedras por si un día, sin querer, te hago llorar y nos hundimos los dos.
Te idealizo como a un genio muerto, como se idealiza la vida de alguien que sonrie con 60 dientes impecables.
Como lo hace cualquiera que se enamora de un personaje, olvidando que hay un actor detrás.
Como a las revoluciones, creyéndote el milagro político que lo cambiará todo.
Te hiperbolizo como al amor eterno, cuatro manos arrugadas que sigan acariciándose entre cuatro paredes repletas de recuerdos intensos.
Como idea, eres una de las más bonitas que tengo. Como sueño y realidad, la más veraz.
sábado, 1 de septiembre de 2012
Tú..
martes, 3 de abril de 2012
… conseguí todo lo que había deseado y sin embargo me sentía muerto. Sí, estaba muerto… y para darme cuenta bastó solo una mirada. Una mirada que giró mi vida 180 grados. Ella me miró de una forma diferente, vio que dentro de la fiera todavía existía un poquito de humanidad… y ella me trajo de nuevo a la vida.
Me dio el cariño que siempre había necesitado, con mi razón para sobrevivir, para dejarlo todo atrás y querer empezar de nuevo. Me arrepiento de muchas cosas, pero no cambiaría por nada del mundo un último amanecer al lado de ella.
Si este es el precio que debo de pagar por haberla amado, no hay nada en toda mi vida que me haya salido más barato. No siento dolor, sólo quiero quedarme así… para siempre…
jueves, 15 de marzo de 2012
Superhéroe

No era ti tan guapo, ni tenía tan buen tipo. La verdad no se parecía nada a los héroes de la ficción. No vuela, tampoco lee la mente, no se hace invisible, no es de goma, no tiene una fuerza descomunal, más bien es un tipo de lo más normal que uno pueda imaginarse. (¡Vaya rollo!)
Lucha en silencio, a veces juega o más bien se convierte en el enemigo de todo y de todos, (se lleva golpes que no le corresponden, por estar donde no le llaman, o por estar justo en el sitio idóneo en el momento adecuado) pero eso sí todo es por una buena causa (se repite a sí mismo). No le teme a nada. Solo a esas palabras que a veces lo ametrallan debilitándolo, dándole a dónde más le duele. Pero si solo son palabras!! Pero qué palabras… (Son como disparos al corazón) como duras cartas anunciando la llegada de un terrible peligro.
Aun así no se rinde, nunca lo hace. Tiene muchísimos defectos, millones… pero nunca abandona. Aunque a veces sean sus propios cuchillos los que se le claven. Nadie lo ha visto jamás llorar, ni si quiera estar serio… solo su almohada, con la que descarga su ira, su dolor…
La verdad es que tiene el poder sobrenatural de colgarse una sonrisa aunque por dentro ande hecho pedazos, o a punto de derrumbarse.
Nadie lo nota, así que nadie podría galardonarlo nunca por tal hecho. Aunque nunca esperó que nadie lo hiciese. Lo suyo más bien es actuar en silencio. Lo cierto es que este personaje sí que espera algo con cada una de sus actuaciones… espera conseguir a veces la mayor de las tareas, sacar una sonrisa justo en aquel que creyó perderla para siempre… crear una ilusión con una simple pompa de jabón… a veces lo consigue, otras no, pero no desiste. Dicen que lo acuna la paciencia.
Y una vez que consigue su objetivo…. Pasa a un segundo plano, unas veces es olvidado, otras omitido, otras simplemente apartado… Pero a pesar de eso, aprendió a sentirse igual que aquel bando que gana una dura batalla. Y tras eso, lo único que ansía y que anhela es volver a casa y encontrarse con un gran abrazo de bienvenida. Porque los héroes también necesitan ese apoyo, esa fuerza, ese ser extraordinario que le dedique una sonrisa aunque a su alrededor el mundo se desmorone. Porque aunque por fuera sea enorme y duro por dentro es pequeño, sensible… como un niño.
Nadie sabe que es un superhéroe, seguro que lo es? No lo sé, al menos así se viste él cada día.
Inés*
miércoles, 25 de enero de 2012
Besos
martes, 24 de enero de 2012
Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo, hay miedos echos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser,
Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables a lo que les pasa a los demas, y tambien el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca.